sábado, 29 de marzo de 2008

INTRODUCCION





Introducción

El aprendiz, con el apoyo del presente material será capaz de identificar cada uno de los siete momentos de una lección a partir de las acciones didácticas planteadas. Lo anterior a fin de que los puedan considerar al momento de planear una clase, ya que una de las funciones que caracterizan a un maestro competente es su capacidad para tomar decisiones acertadas, es importante resaltar que tanto en el diseño e implementación de una lección se requiere claridad respecto a los momentos implícitos en el desarrollo de una clase. Por lo antes señalado, como parte introductoria de esta unidad se plantean tres momentos fundamentales para el desarrollo de cualquier clase que representan el ciclo de vida de ésta, y posteriormente una propuesta que bajo la modalidad de aprendizaje cooperativo expone siete momentos a considerar en el desarrollo de una lección.

CICLO DE VIDA DE UNA CLASE



Dentro de la vida de los grupos mismos existe un ciclo de vida, esto es, inicia, se va consolidando como tal, pasa por una serie de etapas y llega un momento en que puede disolverse. La clase misma, así como los grupos y como el mismo ser humano tiene un ciclo de vida. ¿Cuál es entonces el ciclo de vida de una clase?

Los momentos fundamentales que constituyen el ciclo de vida de una lección de clase se cristalizan en tres fases: preparación, desarrollo o actividad y la integración (Stanford, 1981).

• Fase de preparación

La fase de preparación consiste en el período necesario para que los estudiantes se acostumbren y se adapten a una nueva situación: incluye también el tiempo necesario para quedar preparados física y sociológicamente para la próxima actividad.

Esta fase se puede subdividir en tres etapas:

Etapa 1
Separación de la asociación en la actividad previa.

Etapa 2 Familiarización con la nueva actividad y adaptación a la situación.

Etapa 3 Involucrarse y prepararse para la nueva actividad.

Antes de que estén listos para trabajar, los estudiantes necesitan acostumbrarse a la nueva situación y hacerse básicamente sensible a los estímulos de esa situación diferente es decir “sintonizarse”. Esta sintonización es muy importante ya que las situaciones a las que no se está acostumbrando tienden a producir ansiedades y percepciones distorsionadas por una variedad de razones.

La porción final de la fase de preparación es de naturaleza diversa, porque constituye a menudo el paso final antes de iniciar realmente la actividad principal. Por lo tanto, lo que ocurre en la fase de adaptación y preparación impacta en el desenvolvimiento de las actividades siguientes. Después de distraer a lo alumnos de las actividades previas y de haberlos “sincronizado” al tema del momento, estos se encuentran preparados para


participar en las actividades del día.


• Fase de actividad

Dos etapas parecen identificables en ésta segunda fase del ciclo de vida, y se enuncian de la siguiente manera:

Etapa 1
Organizar el trabajo, actividades de programación seguidas por el trabajo productivo; el trabajo hacia la meta está en progreso.
La actividad relacionada al producto es la regla para el mantenimiento de grupo.
Acciones divergentes y convergentes.

Etapa 2
Esta es una etapa convergente de síntesis.
Se consolidan los resultados.
Revisar y pulir.
Consolidar los logros.

Por regla general la duración de la fase de construcción (etapa 1) es mucho más larga que la de la fase de consolidación (etapa 2). El punto del logro suele ser de corta duración y consiste primordialmente en estar consciente de que la tarea se va a realizar durante los límites prescritos o de que será necesario un curso de acción diferente. La etapa final suele ser la de resumir, consolidar o verificar, y conmumente es de corta duración.

La ventaja principal de estar consiente de estas etapas es la de saber que los estudiantes no responden bien si se les pide realizar actividades que no corresponden a la etapa en la que se encuentran, o iniciar una nueva actividad sin haber alcanzado un punto de logro suficientemente significativo. Por lo tanto, si los maestros tienen varias tareas que intentan ejecutar, les sería ventajoso, en general, programar la actividad más compleja o más largas para el final.


• Fase de integración

La fase de integración tiene tres etapas definidas, estas etapas tienden a yuxtaponerse aunque generalmente en menor grado y en forma más esporádica.


Etapa 1
Información sobre el significado personal y verificación de las percepciones de la actividad con los demás, en grupo o con la clase entera.

Etapa 2
Resumen y esfuerzo común; pueden incluir la clarificación.
Discusión del significado de la actividad en el futuro de los participantes; también introducción de la siguiente actividad.


La fase de integración es crucial. Esta fase incluye concentración y aclaración del significado personal y percepción de actividades. Se sugiere dejar tiempo para pensar y comprarimpresiones antes de que se dé por concluida ésta fase. El grado en el que se completa con éxito la fase de integración parece guardar relación con la dosis de satisfacción que tienen los estudiantes con las actividades del día.

Son tres los momentos fundamentales de una clase, mismos que a su vez conforman el ciclo de vida de la misma; sin embargo la noción de aprendizaje cooperativo, llevó a Ferreiro a plantear momentos específicos, que contribuyen a facilitar este tipo de aprendizaje. Los siete momentos para el desarrollo de una lección efectiva plasman una serie de principios constructivistas y del aprendizaje cooperativo.

LOS SIETE MOMENTOS DE LA LECCIÓN EFECTIVA.

Antes de presentar los momentos de la lección, es oportuno clarificar lo que se entiende, bajo esta perspectiva por clase, lección y momento. Los diccionarios especializados en educación definen “clase”, como grupo de alumnos reunidos en el salón y que trabajan bajo la orientación y dirección del maestro. Así, la clase es el grupo de alumnos que comparten una serie de características comunes a todos ellos y con el cual el docente desarrolla un contenido del programa oficial vigente. Un término cercano es de “lección” la cual es el contenido que se enseña en una sesión corta de clase. El destacado constructivista italiano Renzo Tittone define la lección como “la síntesis del acto didáctico en su integridad”.

La lección o bien la clase, es la unidad de actuación del maestro y el alumno al desarrollar un contenido de enseñanza que estos últimos deben aprender en un tiempo prefijado que varía según el nivel y el grado educativos de 30 a 55 minutos, e incluso tiene una duración de hasta 90 minutos. Desde el surgimiento de la escuela como institución encargada de la educación de las nuevas generaciones, la lección ha sido la unidad de trabajo del maestro
con sus alumnos. Desde la perspectiva del aprendizaje cooperativo, la lección es el proceso compartido por el maestro y los alumnos en el cual el docente es el mediador entre el alumno o grupo de alumnos y el contenido de enseñanza, todo lo cual exige una participación de los alumnos en clase.

Investigaciones realizadas mediante el método de observación han demostrado que se repiten ciertos momentos en las clases en donde se aplican los principios del aprendizaje cooperativo. Se tratan de períodos que se ocupan en actividades de la misma naturaleza y con idéntica intención y que suceden durante el tiempo que dura la lección, para en su totalidad hacer de ésta una actividad de aprendizaje activa, participativa, de cooperación y vivencial. Los momentos de una clase de aprendizaje cooperativo pueden ser muchos, pero son siete los fundamentales y resumen las actividades necesarias para que los alumnos
construyan su conocimiento.

La relación momento-actividad de una clase es dialéctica, lo que significa –entre otras cosas- que es vínculo dinámico que provoca el desarrollo de una secuencia en función siempre de lo que se quiere lograr. No es una estructura lineal ni rígida, sino todo lo contrario: los momentos se suceden en forma diferente en las distintas clases; más aún, su duración depende del objetivo de aprendizaje.

En esa relación momento-actividad hay otro componente esencial y definitivo: el de la estrategia. Son tres, por tanto, los elementos que conforman la unidad dialéctica de la lección: la actividad, el momento y la estrategia, que se traduce en funciones por realizar, las funciones didácticas del aprendizaje cooperativo. Más aún, la estrategia que se emplee caracterizará las actividades que se desarrollen en el salón de clases y éstas, por supuesto, “consumen tiempo” determinado de la lección del proceso de aprendizaje; dicho tiempo es,
justamente, lo que llamamos momento.

El orden y el tiempo de los momentos mencionados dependen de factores tales como el contenido de enseñanza. No es lo mismo una lección cuyo interés principal está en el conocimiento, que otra dedicada al desarrollo de habilidades, hábitos y capacidades, o aquélla en que el interés radica en las actitudes y valores. Otros factores son el objetivo por lograr, las condiciones físicas y recursos disponibles, entre otros.


* Momento A: creación de ambientes favorables para aprender y de
activación

Los tipos de estrategias que abarcan el momento A de una clase de aprendizaje cooperativo son dos:

a. Las estrategias de creación del ambiente favorable para aprender.
b. Las estrategias de activación.

a. Creación del ambiente favorable para aprender

Crear el ambiente favorable para aprender significa hacer que los alumnos se sientan bien. Como es sabido, para los niños, adolescentes y jóvenes lo que menos les interesa cuando asisten a la escuela es el contenido de enseñanza, su mayor interés se centra, primero, en las relaciones que establecen con sus compañeros; en segundo lugar, en la recepción que el docente le hace al grupo y en particular a él o a ella; y, en tercer lugar, ésta el contenido de aprendizaje.

Hacer que se sientan bien implica que la escuela –y el salón de clase en particular- reúnan toda una serie de condiciones físicas favorables, considerando la ventilación, iluminación, limpieza, orden e incluso, el olor. Por otra parte, el alumno debe percibir un sentimiento de aceptación. En el salón de clases, el maestro entre otras cosas, propiciara un ambiente favorable:

• Conoce a sus alumnos, no sólo sus gustos e intereses, sino también sus virtudes e insuficiente sin, por supuesto, ponerlas en evidencia.
• Se mueve por el salón.
• Se acerca a los alumnos.
• Se esfuerza por comprenderlos.
• Hace comentarios positivos sobre cada uno, en el momento oportuno
• Alaba sus cualidades y esfuerzo
• Mantiene un tono emocional afectivo alto.

b. Momento de activación

Seria bueno reflexionar un poco acerca de la manera como solemos comenzar nuestras clases. ¿Qué hacemos? ¿Cómo lo hacemos?, ¿Qué primero y qué más tarde? y ¿Por qué y para qué procedemos de esa forma? Claro está que existen distintos tipos de lección: aquella con la que se inicia un tema, aquella con la que continua, o con las que se finaliza una unidad temática, es decir, un conjunto de clases referidas todas a un mismo contenido.

En la literatura didáctica se puede encontrar, expresiones como: introducción a la clase, presentación de la lección, inducción a la actividad y motivación del tema, todas ellas hacen referencia a una modalidad para activar al alumno o bien para inducirlo al trabajo.

Al fundamentar teóricamente el aprendizaje cooperativo en el paradigma de la construcción social del conocimiento y al trabajar en la práctica el concepto de la zona del desarrollo potencial- o, mejor aun, el de la zona de construcción de conocimiento y el de crisis socio cognitiva- el momento de inicio de la lección debe ser un momento de activación.
El alumno nunca parte de cero al aprender algo nuevo, pues siempre tiene cierta
información, alguna vivencia anterior o punto de referencia relacionado con el tema, o al menos intuye o se imagina algo al respecto. A ese conjunto imperfecto y no estructurado de información, vivencia, puntos de referencia e intuición o fantasía se le conoce como conocimiento previo, y es necesario despertarlo, refrescarlo, para construir el nuevo a partir de él. En tal sentido, la estrategia de activación constituye el recurso didáctico que nos permite construir las condiciones para iniciar el proceso de adquisición nombrado aprendizaje.

Algunas estrategias de activación son predominantemente socio afectivas, por la importancia que le dan a la creación de condiciones grupales o personales o favorables para aprender, y entre ellas están las relaciones interpersonales necesarias en clase. Un ejemplo de acciones propias de este momento es cuando el docente implementa técnicas centradas en el grupo al inicio de la clase para favorecer un mejor ambiente de aprendizaje o bien cuando se preocupa por efectuar inducción en la que involucra al alumno partiendo de sus conocimientos previos.


* Momento O: la orientación de la atención de los alumnos

La orientación es una condición imprescindible para comprender. Las estrategias de orientación de la atención tienen, como su nombre lo indica, la finalidad de llamar la atención de los escolares sobre lo que se aprende, cómo se aprende, y los resultados logrados o por alcanzar, para conseguir que en cada uno se estructure el conocimiento.

La atención es un proceso psicológico básico que consiste en enfocar aspectos de la realidad por lo llamativo o importante que estos resultan para la satisfacción de necesidades y expectativas. La duración de la atención, es decir, el lapso durante el cual el sujeto se puede someter a una experiencia de aprendizaje de forma activa y conciente, varia según la edad, y entre otras cosas el entrenamiento. Por ejemplo, el docente orienta la atención cuando le presenta a los alumnos el objetivo o propósito por el cual se desarrollo en clase un tema. También cuando, de manera precisa y de forma verbal y/o escrita, da las instrucciones para realizar una tarea, o cuando recuerda cada cierto tiempo qué se esta estudiando y qué se espera que aprendan. Otra forma de orientar al alumno es mediante frases o palabras untualizadoras que sirven para que el aprendiz se percate de ideas clave, por ejemplo cuando se dice: “por lo tanto........”, “ahora vamos a efectuar un ejercicio práctico de.........”.

Las estrategias didácticas de la orientación de la atención promueven, poco a poco, el compromiso de los alumnos en su aprendizaje, en la medida en la que estos hacen suyo el objetivo. Por lo tanto, la orientación es condición necesaria, aunque no suficiente, para que el alumno aprenda. En la medida en que el maestro tenga distintas estrategias para guiar el grupo tanto como en la confrontación directa del alumno con el contenido de enseñanza (interactividad), como para el intercambio con otros sobre el tema en cuestión (interacciones), en esa misma medida el aprendiz participará de forma activa y motivada en la construcción de su conocimiento.


* Momento P: el procesamiento de la información

El procesamiento de la información consiste en la secuencia de acciones ininterrumpidas que permiten al sujeto captar y seleccionar estímulos de diferentes tipos, procesar según las necesidades e intereses, para dar respuestas a los mismos.

El momento P, es aquel momento de una clase de aprendizaje cooperativo en el que los alumnos, guiados por el maestro y empleando determinadas estrategias que el docente orienta, procesan de forma activa, independiente y creadora, un contenido de enseñanza. El momento del procesamiento de información puede ser individual, en equipo, o bien, primero solos y más tarde con la participación de otro o de otros.

Este momento y las estrategias a implementar durante el mismo son con el fin de que el estudiante se apropie de la lógica del contenido de aprendizaje. El maestro, en su papel de mediador deben crear situaciones de aprendizaje que posibiliten no tan sólo las interrelaciones entre los alumnos para aprender, sino también la interactividad o confrontación del sujeto que aprende con el objeto de conocimiento; es éste, precisamente, el momento P, del procesamiento de la información. Ejemplos de actividades que se pueden promover en el alumno lo son: lecturas individuales, efectuar cuadros comparativos, integrar mapas mentales o conceptuales, entre otras.


* Momento R: la recapitulación o repaso de lo que se aprende

Recapitular equivale a recordar, repasar, volver sobre lo tratado, precisar lo expuesto, recuperar lo tocado. Desde el punto de vista didáctico recapitular consiste en exponer de forma sintética, sumaria y ordenada, lo que se ha expresado con anterioridad.

La recapitulación es la función didáctica que activa los procesos psicológicos superiores que posibilitan el repaso de lo ya “visto”, enriqueciéndolo y ampliándolo, lo que favorece su integración a la estructura cognoscitivista del sujeto. Este momento se justifica, entre otras razones, por lo que no se recuerda o ejercita se debilita con el tiempo y puede llegar a perderse totalmente, y además por que se deben reforzar los mecanismos de motivación
para próximos aprendizajes.

El aprendizaje cooperativo estipula que, más que el maestro, el que debe recapitular es el alumno. Por supuesto el docente, como parte de la planeación de su clase, debe contemplar el o los momentos de recapitulación necesarios; pero aun más, debe seleccionar la estrategia más adecuada y organizar la situación de aprendizaje que permita desarrollarla como parte importante de la lección.
La situación de aprendizaje organizada para recapitular puede ser individual (en la que cada alumno retome lo que esta aprendiendo) o por equipo, en cualquier modalidad (dúos, tríos, cuarteto o grupos base), o bien, en un primer momento puede ser individual y en otros posterior, colectiva. Según el aprendizaje cooperativo, el momento de la recapitulación debe ser múltiple en una lección y se justifica al inicio, durante la clase y al final de la misma, de acuerdo –entre otros factores- con el tema, su posición en el programa y con el objetivo de
enseñanza.

Dado el carácter de sistema de una clase, el momento de recapitular tiene puntos de contacto con el de orientación de la atención y con el momento de reflexión. Sin duda alguna, determinadas estrategias para orientar la atención de los alumnos en clase cumplen con la función de recapitulación, al menos parcialmente. También las estrategias para el desarrollo de la metacognición, del sentido y significado y la transferencia (SSMT) propias del momento de reflexión, permiten la recapitulación de lo que se está aprendiendo. Por ejemplo cuando se hace una reflexión final del tema visto en la sesión se promueve al mismo
tiempo la recapitulación, ya que se integra un conocimiento al argumentar una reflexión.


*Momento E: la evaluación de los aprendizajes

Evaluar es dar juicio de valor sobre algo o alguien. Constantemente estamos evaluando –de manera consiente o no – todo lo que nos rodea, e incluso también lo hacemos sobre nosotros mismos: cómo nos sentimos, cómo lucimos, etcétera. La evaluación de los aprendizajes de los estudiantes en el proceso de enseñanza es de suma importancia. En ella lo que se valora es lo que los alumnos aprenden y cómo lo hacen.

El aprendizaje es un proceso y no una actividad puntual final; es una serie de acciones del ser humano orientadas hacia determinadas metas que involucran a la totalidad de la persona y que le permiten adquirir conocimientos, habilidades, actitudes y valores y, por lo tanto, estimula su desarrollo y autorrealización.

La evaluación es recuperación de los aprendizajes y, a su vez, un momento de aprendizaje por si mismo. Es la valoración que se realiza con el fin de determinar qué aprendizajes se lograron, cómo se obtuvieron, qué favoreció su logro, y cuáles no se consiguieron y por qué.
Evaluar el aprendizaje de los alumnos es mucho más que la medición que se pretende con un examen y que se expresa mediante una calificación que permite otorgar una acreditación ante la sociedad.

Desde la perspectiva del aprendizaje cooperativo la evaluación tiene, como toda moneda, dos caras: una predominante académica e individual, y la otra social y grupal. En unidad dialéctica es como se da integralmente el desarrollo humano.

Por ejemplo, la evaluación académica del aprendizaje cooperativo hace suyo lo mejor de las experiencias de evaluación del rendimiento escolar que recomienda, entre otros aspectos:

• Trabajar con el enfoque de evaluación continua que, como su nombre lo indica, implica una evaluación en todo momento del proceso de aprendizaje-enseñanza.
Evaluar no sólo conocimiento (información) sino también habilidades, así como
actitudes y valores.
• Emplear distintos tipos de preguntas, abiertas o de ensayo, de diferentes clases, según el proceso mental que exigen.
• Emplear diferentes instrumentos y estrategias para recabar evidencias de aprendizajes en cuanto a la evaluación académica o individual. Aplicar pruebas con libro abierto, pruebas de redacción, trabajos de investigación, ensayos y, por supuesto, pruebas con base de preguntas.
• Emplear recursos que permitan la evaluación de las habilidades que nos proponemos desarrollar en nuestros alumnos, como las escalas valorativas y lista de control (check list) y los archivos anecdóticos.

El aprendizaje cooperativo cobra un significado especial el desarrollo de habilidades sociales o socioafectivas. Cada uno de estos tipos de habilidades requiere instrumentos diferentes para su constatación, registro de su nivel de desarrollo y forma de calificación.

Lo antes planteado implica:

• Decidir cómo resolver la evaluación de las actividades y valores, cercanos a las habilidades socioafectivas pero bien delimitados conceptualmente.
• Confeccionar los instrumentos de evaluación en el momento de planeación de las clases, teniendo muy presentes los objetivos trazados y trabajados en clase, y más aún, considerando cómo se lograron, es decir, la metodología empleada.
• Elaborar y aplicar instrumentos de evaluación de acuerdo con el planteamiento de la ciencia de la mediación y evaluación educativa.

Una observación importante es que la evaluación del trabajo en equipo cooperativo, no es un componente más, sino parte integrante de la evaluación de los aprendizajes.


*Momento I: la interdependencia social positiva.

El aprendizaje cooperativo es también conocido como aprendizaje entre colegas por la importancia que se le da en la tarea de aprender, a la función de las relaciones interpersonales entre los miembros de un grupo. Desde el punto de vista del grado de relaciones de las personas entre sí para resolver una tarea, tomar una decisión, acometer un proyecto, son tres las posibles posiciones: dependencia, independencia e interdependencia.

Dependencia
El alumno necesita siempre y en todo momento de otra persona para efectuar la tarea. Si no recibe ayuda no es capaz de realizarla. El nivel de desarrollo cognoscitivo y también de su voluntad no le permite pensar por sí mismo, al menos no en el nivel de exigencia que la actividad demanda.

Independencia
El alumno tiene el nivel de desarrollo de los procesos cognoscitivos y volitivos que le permite afrontar por sí mismo y con éxito la tarea asignada; más aún, disfruta su realización y el resultado que obtiene, lo que no significa que para llegar a realizarla independientemente no requiera una pequeña ayuda.
La educación y la enseñanza, tanto en el hogar como en la escuela, deben orientarse precisamente a la independencia cognitiva y afectiva que le permita al niño, adolescente y joven ser competente en diferentes condiciones de realización. Pero la sociedad contemporánea -por una parte- y la propia naturaleza humana, plantean la necesidad de las relaciones entre las personas para crecer, ser felices y trascender.

Interdependencia
La interdependencia social positiva es la relación que se establece entre los alumnos de un grupo para compartir procesos y resultados de su actividad escolar, lo que no significa de manera alguna que en todo momento de la clase permanezca trabajando en equipo. La relación de interdependencia, tan favorable para el desarrollo infantil, no debe inhibir el desarrollo de la independencia de todo sujeto que aprende.

La interdependencia supone un buen nivel de desarrollo de la independencia de los miembros del equipo y es precisamente ésta la que hace que el intercambio y la cooperación aporten, en lo individual y en lo grupal, mayor crecimiento y también satisfacción. Sin embargo, ello exige que los alumnos desarrollen habilidades sociales que lo faciliten y hagan posible.

S. Vernon y colaboradores (citados por Ferreiro, 2003) proponen la metodología del SCORE que implica cinco habilidades fundamentales para promover el momento de interdependencia social positiva, mismas que por sus siglas en inglés son:
1. S (Share), que se refiere a saber compartir ideas.
2. C (Cumpliment), comunicar bien los elogios.
3. O (Offer), ofrecer ayuda y motivación.
4. R (Recommend), recomendar cambios.
5. E (Exercise), ejercer un buen autocontrol.


*Momento SSMT: la reflexión sobre procesos y resultados de la actividad
de aprendizaje

El momento SSMT de una clase de aprendizaje cooperativo esta dedicado a la toma de conciencia para aprender, convencido de que el aprendizaje es la vía para el desarrollo humano, siempre y cuando se reflexione sobre los procesos y resultados de nuestro quehacer cotidiano.

Ahora bien, para que se dé un conocimiento personal y de los que nos rodean, se requiere una reflexión, y esto se logra de manera intencionada mediante ejercicios que promueven un pensamiento que haga posible que, tanto la información que se recibe como el tipo de respuesta que se obtiene, pasen por una reflexión personal y colectiva.

Por su naturaleza y finalidad de entrenar los pensamientos y sentimientos, este momento debe permear a todos los momentos restantes de la clase. Su valor independiente se justifica en ciertos y determinados objetivos, pero debe estar presente en el momento de activación, en el procesamiento de la información, en el de interdependencia social positiva, en el de recapitulación, en el de la evaluación y en el de orientación de la atención. La reflexión equivale a detenerse a pensar, en tomar conciencia sobre algo de la realidad que nos circunda, pero también de nuestra propia realidad, y se da en los tres tiempos: el antes, el ahora y el después: ¿Qué hice, cómo lo hice, cómo me sentí? ¿Qué estoy haciendo?, ¿Cómo lo estoy realizando? ¿Qué voy hacer? ¿Cómo, para qué y por qué?

La psicología de los últimos años ha aportado, entre otros conceptos, tres categorías muy vinculadas con la reflexión, que son: sentido y significado (SS), metacognición (M) y transferencia (T). De ahí que al momento de reflexión se le conozca también como el momento SSMT.

Desarrollo para el desarrollo del sentido y significado

Se entiende por sentido y significado a la capacidad personal de relacionar “algo” y a su vez un todo con alguna vivencia, una sentida experiencia anterior o conocimiento previo. Por ejemplo cuando ubicamos algo en un marco de referencia propio que ya se tiene y se incorpora a una red muy personal de conocimientos, vivencias y experiencias.

La construcción del sentido y significado es:
- Ubicarlo en un contexto, un medio, en tiempo y espacio.
- Establecer vínculos en lo que se tiene y lo que se trata de aprender, lo que se sabe y lo que se requiere saber.
- Hallarle uso, empleo.
- Encontrarlo importante.
- Sentir que es trascendente.


Desarrollo de la metacognición

El prefijo meta equivale a “más allá” y el término cognición, a conocimiento, por lo que literalmente metacognición significa “más allá del conocimiento”, algunos autores prefieren hablar de metaconocimiento.

De diversas formas se ha definido el término cognición; por ejemplo: “pensar sobre el pensamiento”; “toma de conciencia de que se hace, se piensa, cómo se hace, cómo se piensa”; “saber qué hacer y saber cómo y cuándo hacer las cosas”; “habilidad para saber lo que sabemos y lo que ignoramos”; “habilidad para seleccionar y poner en práctica una estrategia que nos permita obtener la información que necesitamos para realizar una tarea o actividad”; “estar consientes de nuestros pasos y estrategias durante la solución de un
problema” etc.

Desarrollo de la transferencia

La transferencia es la acción y efecto de transferir, es decir, pasar de un lugar a otro. Mover algo de un medio a otro contexto, es extrapolar, generalizar o aplicar en otro entorno un asunto visto, captando o aprendido. Las estrategias de transferencia son aquellas que estimulan de manera explícita que el alumno le encuentre utilidad o empleo a lo que se aprende en clase. La trasferencia que el alumno sea capaz de hacer permite que el prendizaje sea realmente significativo.
No es fácil medir, al menos no directamente, la transferencia de lo aprendido: sólo lo podemos hacer indirectamente mediante las aplicaciones realizadas, las asociaciones en las respuestas, el empleo de lo aprendido en situaciones dadas. La transferencia es una capacidad potencial que todos tenemos de buscarle uso a lo que adquirimos y es la base de la creatividad. Un ejemplo de transferencia es cuando tomamos distintos elementos de diferentes fuentes y los colocamos a todos en un entorno propio, en un orden o con una estructura determinada, es decir cuando le encontramos la aplicación práctica a la teoría revisada.

D. N. Perkins citado por Ferreiro (2002) distingue dos tipos de transferencia:

1. De baja significación cognitiva, que es aquélla consistente en la aparición rápida de una respuesta, casi automática, ante situaciones similares.
2. De alta significación cognitiva, la cual depende de la reflexión deliberada en la que, a originado en un contexto, se le encuentra aplicación en otro diferente, lo que obliga a proyectar el pensamiento o bien a pensar hacia tras en el tiempo.

SELECCIÓN DE ESTRATEGIAS DIDÁCTICAS PARA EL DESARROLLO DE
UNA LECCIÓN.

Introducción

Los docentes incorporan en el desarrollo de las lecciones de clase una serie de estrategias didácticas para favorecer el aprendizaje. Es importante tener un referente para seleccionar dichas estrategias por lo que se hace necesario partir del concepto mismo de estrategia así como algunas recomendaciones para seleccionarla, así mismo es fundamental caracterizar diversas estrategias para cada uno de los siete momentos de la lección.
Considerando lo anterior cabe resaltar que el propósito de aprendizaje del presente apartado temático consiste en seleccionar al menos tres estrategias didácticas para promover cada uno de los siete momentos de una lección, con base a los criterios dados para su selección.


ESTRATEGIAS DIDÁCTICAS Y LOS CRITERIOS DE SELECCIÓN.


En cada momento histórico del desarrollo de la educación los especialistas e investigadores han impuesto, con la debida fundamentación y dentro de un marco de ideas, determinadas expresiones para identificar acciones y procesos del acto educativo. Con el tiempo éstas han cambiado, sustituyéndose por otras más válidas desde una nueva perspectiva con la que se examinan la enseñanza y el aprendizaje. Por ejemplo, durante un tiempo era frecuente el concepto de ejercicio, el que más tarde se sustituto por el de técnica; luego surgió el de
dinámicas y, hace relativamente poco, el de estrategia. Cada uno de estos vocablos, cercanos en su definición, responde a un marco teórico de referencia.

Las estrategias son, a partir de este enfoque, componente esencial del proceso de aprendizaje-enseñanza. Son el sistema de actividades (acciones y operaciones) que permiten –con economía de esfuerzos y recursos- la realización de una tarea con la calidad requerida dada la flexibilidad y adaptabilidad que ellas ofrecen en su empleo a las condiciones existentes.

Las estrategias didácticas son el sistema de acciones y operaciones, tanto físicas como mentales, que facilitan la confrontación (interactividad del sujeto que aprende con el objeto de conocimiento, y la relación de ayuda y cooperación con otros colegas durante el proceso de aprendizaje (interacción) para realizar una tarea con la calidad requerida. Estas estrategias constituyen herramientas de mediación entre el sujeto que aprende y el contenido de enseñanza que el docente emplea concientemente para lograr determinados aprendizajes; la enseñanza es un proceso social en el que intervienen al menos dos: el que
aprende y el que enseña.

Las estrategias didácticas guían y orientan la actividad psíquica del alumno para que aprenda significativamente, no son meras acciones observables que denotan lo que hace un grupo de alumnos durante la lección sino acciones que inducen una determinada actividad mental del alumno que lo hace realmente aprender. Una estrategia didáctica es buena en la misma medida en que “desata” una secuencia de operaciones mentales (estrategias de aprendizaje) que le permitan al alumno organizar, decodificar, codificar, integrar, recuperar elaborar óptimamente la información dada su estructura (esquema) mental, para su
aplicación o empleo.


• Criterios de selección

a) Tenga muy presente su adecuación a las características biopsicosociales del grupo, la intención para la cual es seleccionada, su duración, las condiciones que exige su aplicación, así como los recursos necesarios.
b) Empleo creativo de las mismas para lograr la reciprocidad necesaria para la construcción del conocimiento y, entre otras cosas, hacer posible la trascendencia del aquí y del ahora.
c) Valoración posterior sobre cómo se aplicó, cómo reaccionó el grupo, el tiempo, los resultados y concluir sobre su eficacia.
d) Y desarrolle las competencias profesionales que demanda la aplicación.

En una lección de aprendizaje cooperativo el maestro necesita estrategias didácticas como herramientas de mediación entre el alumno y el contenido de enseñanza, por lo tanto los docentes deben contar con una base de datos respecto a las mismas y de preferencia, agruparlas según los momentos o actividades predominantes de una clase de aprendizaje cooperativo; creación de ambiente (activación), recapitulación, procesamiento de la información, interdependencia social, evaluación, reflexión y orientación de la atención.


ESTRATEGIAS PARA EL DESARROLLO DE LOS SIETE MOMENTOS


En el campo de la didáctica existe una diversidad de estrategias que favorecen el aprendizaje y de las que se vale el docente para desarrollar sus lecciones. A continuación se sugieren estrategias concretas para propiciar cada uno de los momentos de la lección propuestos por Ferreiro.


** ESTRATEGIAS PARA EL MOMENTO (A) AMBIENTE-ACTIVACIÓN


Un momento muy importante de una buena clase de aprendizaje cooperativo es el dedicado, por el maestro y los alumnos, a crear un ambiente propicio para aprender: entorno agradable, fraterno, en que todos los participantes se conocen, se llaman por su nombre y están dispuestos a participar en clase. Es el conocido por la letra A, de ambiente agradable, además de la activación realizada por el maestro, tanto cognitiva como afectiva, para que el alumno haga frente al esfuerzo predominante intelectual que exige proceso de enseñanza.

Estrategias de activación socioafectivas

Las estrategias de activación socioafectivas son aquellas que favorecen la creación en el nivel personal y grupal para el aprendizaje dada su influencia en el cuerpo, la mente y los sentimientos. Estas estrategias dependen del nivel de desarrollo de los alumnos para trabajar con otros, así como de la cohesión grupal de la clase. Su finalidad es lograr una predisposición y armonía corporal para el aprendizaje escolar. Muchas estrategias de la gimnasia cerebral nos pueden ayudar a crear la armonización corporal para el esfuerzo intelectual que exigen determinados aprendizajes del currículo escolar. Algunas sugerencias
para su empleo son:

1. Comenzar con las más simples, que requieren poco movimiento corporal o
desplazamiento en el salón y se ajustan por su contenido y forma a lo que el grupo, por su nivel de desarrollo, acepta.
2. Seleccionar, si se necesita, la música adecuada y tener la grabadora disponible para ese momento.
3. Prever que se realice en unidades de tiempo breve, ya que su propósito es cambiar de actividad y crear condiciones favorables, de ninguna forma entretener o pasar el rato.
4. Dar las orientaciones con precisión, e incluso moderar la estrategia antes de pedir su realización. Es bueno, que, como parte de la preparación para la clase, personalmente la ensayemos y valoremos previamente si es adecuada.

Estrategias de activación cognitivas

Otro tipo de estrategias de activación son las predominante cognitivas, mismas que estimulan los procesos y las operaciones mentales que pondrán en función al aprender tal o cual asunto y que movilizan los conocimientos previos que son necesarios para la construcción de los nuevos. La activación debe caracterizarse, fundamentalmente, por ser:

• Oportuna, es decir, a tiempo, deber ser previa al desarrollo del tema (por lo tanto, regularmente al inicio de la lección), pero también se puede emplear en todo momento en que comencemos un aspecto y se requiera movilización de los esquemas estructurales cognitivos para comprender mejor y más fácilmente lo que se aprende.
• Pertinente, o sea, a propósito, acorde con la intención de aprendizaje.
• Desafiante, lo que significa que debe implicar un cierto esfuerzo acorde con el nivel de desarrollo del alumno.
• Gradual, dado que se requiere dosificar el esfuerzo personal y también lograr un nivel de desarrollo psicosocial óptimo para el trabajo en equipo que se realiza a través del curso.
• Reflexiva, por que provoca el detenerse a pensar y una interiorización al respecto.
• Y polémica, ya que estimula la controversia, el encuentro de ideas y de puntos de vista.

Ejemplos de estrategias propias para el momento A:

1. Lluvia de ideas también se conoce como tormenta cerebral, torrente de ideas,
torbellino de ideas, promoción de ideas, distorsión creadora e imaginación creativa.

2. Conversación informal, sostener un breve diálogo con el grupo de alumnos puede ser una estrategias sencilla para lograr la inducción al tema. Algunas sugerencias prácticas son:
• Preparar previamente el guión del posible diálogo.
• Cuidar que la introducción, y como parta de ella la pregunta que se emplee, sea lo suficientemente general como para estimular la participación de los alumnos.
3. Frase mural, consiste en escribir en el pizarrón, o traer un hoja de rotafolio, o bien presentar mediante el retroproyecto un acetato con un mensaje corto alusivo al tema de la lección que iniciamos y orientar a los alumnos para que:
• Lo lean con atención.
• Piensen por un momento al respecto (un minuto, por ejemplo).
• Expresen opiniones, puntos de vista o comentarios sobre lo que les sugiere tal
planteamiento.

El éxito de esta estrategia radica en el contenido del mensaje. El maestro deberá tener mucho cuidado al seleccionarlo, pues entre otros requisitos se de ajustar al tema y a la intención pedagógica que tengamos.

4. Lámina / foto mural, presentar una fotografía o lámina y proyectarla en acetato con el retroproyector. Resulta muy útiles las caricaturas, preferentemente sin texto.

5. Frases incompletas, consiste en que el alumno complete oraciones truncas.

6. Concordar-discordar consiste en presentarle a los alumnos un mínimo de 10 y un máximo de 20 enunciados breves y redactados en forma tal que provoquen en ellos la reflexión.


** ESTRATEGIAS PARA EL MOMENTO (O) ORIENTACIÓN.

Otro momento es el O, que corresponde a la letra inicial de orientación de la atención. Los buenos maestros se caracterizan, entre otras cosas, entre otras cosas, por ser capaces de captar durante la lección el interés de los alumnos en el tema que se desarrolla. Distintas estrategias permiten lograr que los alumnos tengan claro qué y cómo se está aprendiendo, qué resultados se esperan y, más aún, logran que ellos “capten” –o, mejor- se apropien de la lógica del contenido de enseñanza.

Tres estrategias fundamentales para este momento son: La minilección, el sistema de señales y los periféricos.

La estrategia de minilección viene del latín lectium, que quiere decir “lectura” o conferencia.
El aprendizaje cooperativo plantea, como un momento-estrategia muy importante de la clase, la exposición del maestro sobre el tema que trabajan los alumnos. Ahora bien, la duración de esta conferencia-o mejor dicho, miniconferencia o minilección- es breve (de 10 a 15% del tiempo total de la clase) y su posición en la estructura de la clase es posterior a oros momentos, por ejemplo: el de activación, el de procesamiento de la información o el de interdependencia social positiva.

La minilección es una exposición secuencial y lógica del contenido de enseñanza realizada por el maestro mediante la cual se dirige la actividad cognitiva de los alumnos hacia los aspectos relevantes que pueden ser precisados mediante el empleo del pizarrón, hojas blancas o acetatos de retroproyecto, o bien, mediante su presentación en power point. Esta exposición se puede realizar también por medio del planteamiento de problemas a los cuales se les da solución con la intervención de los alumnos.
La minilección del maestro debe estar al nivel del alumno e integrada al desarrollo del tema de manera tal que el grupo la reciba como una ayuda más porque le orienta cognitivamente.

Toda minilección debe poseer:

• Una breve introducción en la que se retoma lo ya conocido que guarda relación con el contenido de la clase.
• Un desarrollo donde se exponga la idea central del tema que ayudará al alumno a comprender el asunto.
• Un cierre donde se exponen algunas conclusiones, o bien, ideas esenciales que deben quedar muy precisas. En este o en otro momento, a criterio del maestro se debe hacer referencia a libros, artículos o direcciones electrónicas donde se puede buscar más información.

La estrategia del sistema de señales, es por su origen, portadora de la información semántica que equivale a los que representa o indica.

Un recurso muy valioso del aprendizaje cooperativo para la orientación de los alumnos en clase es el sistema de señales, esto es, un conjunto de gestos a los cuales alumnos y profesores, convencionalmente, le dan un significado para autorregulación del comportamiento de los miembros de un grupo. Por ejemplo, el grupo se pone de acuerdo y elige una señal para solicitar silencio total en el salón o, bien, para indicar que el equipo ya terminó la tarea orientada.

Las señales deben ser simples y de fácil comprensión e incorporación por parte de los alumnos, además de no ser muchas, sino sólo las indispensables para lograr una autorregulación grupal.

La estrategia de periféricos son carteles elaborados con mensajes cortos y atractivos visualmente, que se colocan en distintos puntos del salón para llamar la atención sobre el tema. No se debe abusar de ellos; no deben ser muchos, ni siempre deben hacerse uso de este recurso, pero cada cierto tiempo surten efecto. Un valor agregado se obtiene cuando se le recomienda previamente a un grupo de alumnos su elaboración.

En general se orienta la atención y se logra la comprensión de los alumnos cuando:

1. Se dan instrucciones breves y concisas acerca de las tareas que van a realizarse en clase.
2. Se pide a un alumno que parafrasee la orientación o consiga dada por el maestro la realización de una tarea en el salón, individual o por equipo.
3. Se escribe en el pizarrón, se muestra en una hoja de rotafolios o se proyecta en un acetato el título o subtítulo del asunto que se ésta aprendiendo.
4. Se recuerda al grupo, cada cierto tiempo y de manera diferente, qué se quiere lograr con el estudio del tema.
5. Se expone brevemente (lección) el tema que se está trabajando en clase retomando lo tratado, precisando detalles, conceptualizando, ampliando, ejemplificando, etcétera.
6. Se emplean señales que para el grupo tienen determinada acepción y que
autorregulan el comportamiento de los participantes en pos del logro de los objetivos de aprendizaje.



** ESTRATEGIAS DEL MOMENTO (P), PROCESAMIENTO DE LA
INFORMACIÓN.

El momento del procesamiento de la información, P, es aquél dedicada a que los alumnos, individualmente o en equipo, se confronten en clase con el contenido de trabajo: lean, observen, respondan preguntas, etc., lo que permite, conjuntamente con las otras actividades propias de la lección, construir socialmente el conocimiento.

Las estrategias didácticas del momento P: procesamiento de la información, son por ejemplo:

1. Tomar apuntes forma parte de las estrategias de trabajo intelectual que capacitan al alumno para comprender mejor, significativamente, la información que procesa, escribir notas en un cuaderno o en una computadora portátil es materializar nuestro pensamiento de un instante y lugar determinados.

El sistema take es una sencilla y buena estrategia para tomar apuntes que le
podemos sugerir a nuestros alumnos: su nombre es un acróstico formado por las
primeras letras de una sugerencia en idioma inglés: Take, Answer, Key y Examine.

La letra T significa “tener claro el objetivo y el tema”. Cada actividad tiene un
propósito que el alumno debe percibir con precisión y escribirlo. Significa también
identificar el tema o asunto de la clase y registrarlo.

La segunda letra del acróstico con que se identifica el sistema, la A, se refiera a esto: “si tienes alguna pregunta, hazla”. Esto significa estimular al alumno a participar, a comunicar la duda o inquietud que pueda surgir en el transcurso de la clase o aquella que él se hace para, más tarde, buscar su respuesta.

La tercera letra, la K, se relaciona con “las palabras, ideas o puntos clave del
contenido”. Ya que es imposible escribirlo todo, es recomendable emplear algunas abreviaturas y escribir sólo lo que resulta interesante.

La cuarta letra es la E, y se refiere a “examinar las notas”. Pasado cierto tiempo (no muy largo) hay que reexaminar los apuntes que escribimos y, si tenemos tiempo, pasarlos en limpio y enriquecerlos rectificando algunas palabras incompletas o erróneas, si se detectan.

Con todo lo anterior, debemos tener presente que existen diferentes vías para captar información y también para procesarla.

2. Resumir es, primordialmente, el proceso de reducir una gran cantidad de información a una o pocas oraciones. El resumen puede ser textual o usando nuestra propias palabras. Pasos:
• Seleccionar la información relevante y significativa.
• Referirse a ella mediante términos o frases breves.
• Hacer generalizaciones que comprendan grandes bloques de información.



3. Confeccionar una ficha de trabajo que permiten procesar información y plasmar en un escrito los datos más significativos de las fuentes de consulta.

4. Las cinco felices comadres, las comadres son personas preguntonas y, por
extensión, aquí las consideramos como las preguntas lógicas fundamentales que permiten conocer la realidad: qué es, o bien en qué consiste, por qué, para qué, cómo, cuándo y dónde.

A cualquier tema se le puede aplicar esta estrategia; por ejemplo, se puede orientar a los alumnos a leer y a encontrar la respuesta a las cinco comadres en el texto que procesan, o bien, un equipo procesa la información para dar la respuesta a una de las comadres y al final, en el momento de interdependencia social, unos retroalimentan a los otros hasta completar cada grupo las respuestas a las cinco comadres.

La estrategia de las cinco felices comadres, contribuye, sin duda, a desarrollar el
pensamiento lógico de los alumnos.

5. Hacer osos, esta estrategia de procesamiento de información llama la atención a los alumnos por su nombre y les agrada porque con ella logran cumplir
satisfactoriamente la tarea desde la primera oportunidad. En esencia “hacer osos” es redactar a partir de un texto que se lee y analizan oraciones significativas originales.

6. Los mapas, son recursos para expresar gráficamente una noción, sus elementos componentes y la relación entre las ideas que la conforman o, en el mejor de los casos, casar las ideas que tenemos adentro.

Los mapas permiten representar gráficamente y de manera resumida los
componentes de un todo, sus relaciones, orden, jerarquías, etc. Pueden elaborarse individualmente o en equipo, pero su realización siempre implica, entre otros pasos, seleccionar la información relevante haciendo abstracción de lo secundario, y expresarla gráficamente.

Los mapas son excelentes herramientas para procesar información y comprenderla significativamente, ya que nos obligan a trabajar con todo el cerebro: el izquierdo, que se ocupa de lo lógico y secuencial, y el derecho, que se hace cargo de lo espacial.

Para la confección de un mapa conceptual se requiere tener la habilidad de localizar los conceptos clave o ideas esenciales del texto que se procesa y establecer relaciones entre ellos; más aún, relaciones jerárquicas de inclusión, del concepto más general al más específico.

La utilidad de los mapas es grande. Ante todo, constituyen una estrategia para
procesar la información y comprenderla significativamente dadas las relaciones que permiten establecer.

Por su parte, los mapas mentales también son útiles para tomar apuntes, como paso previo a la elaboración de un artículo, ponencia, ensayo, comprender más lo que se lee, etcétera.

7. Música en el aula, el aprendizaje cooperativo hace uso de ella de dos maneras distintas:
a) Apoyo a las estrategias de activación del tipo brian gymm.
b) Soporte individual a las acciones mentales del procesamiento de la
información.

La elección de la música no tiene que ver con gustos personas, ni con el éxito del momento; no es simple música de fondo. Debe ser música que provoque un estado psicofísico de concentración relajada y que permita lograr, en la aplicación de las estrategias de activación, los movimientos corporales con más agrado, y en las estrategias de procesamiento de la información, una concentración tal que facilite la comprensión.

Tanto en uno como en otro momento, la presencia de la música es señal de silencio y concentración total en la actividad que se realiza. Con el tiempo, tan pronto se escucha la música se deja de hablar o de compartir con los demás.


** ESTRATEGIAS DEL MOMENTO (R) RECAPITULACIÓN O REPASO.

El momento R es el de recapitulación o repaso. Es decir, aquel tiempo que se dedica a recuperar o reiterar lo más importante tratando hasta ese instante, o en la clase en su conjunto. Existen diferentes formas de hacer esta actividad inherente al proceso de enseñanza un momento de recordatorio agradable y vivencial, y hacerlo de una forma diferente cada vez; y, lo que es más importante, que ayude a que se logre un aprendizaje significativo.

En el momento R de repaso / recapitulación es recomendable utilizar estrategias como:

1. Elaborar textos de un correo electrónico para enviar a una persona conocida.
2. El uso de resúmenes tanto orales como escrito acerca de la clase.
3. Completar frases como: “Me voy con la satisfacción de...”, “Y con la duda de...”
4. Realizar un “Chat presencial” (o sea, conversación entre colegas) sobre el tema o un tópico del mismo”.
5. Inventario de lo aprendido en clase, cada cierto tiempo. Consiste recapitular lo aprendido ya sea en forma oral o escrita.

** ESTRATEGIAS DEL MOMENTO (E) EVALUACIÓN.

La evaluación como juicio de valor sobre los resultados y avances es un componente sustantivo del procesos de enseñanza-aprendizaje y a ellas se le conoce como momento E; acompaña al proceso en todo su desarrollo, lo que no significa que en determinados períodos del desarrollo de la clase esta función didáctica, de obligatorio cumplimiento, ocupe un primer plano de importancia, a lo que se le puede “añadir” la celebración de los resultados obtenidos por los distintos grupos.

Las estrategias didácticas del momento E: la evaluación de los aprendizajes, pueden ser por ejemplo:
ƒ Observación sistemática.
ƒ Análisis de las producciones de los alumnos.
ƒ Intercambios orales con los alumnos.
ƒ Pruebas específicas.
ƒ Cuestionarios
ƒ Observador externo.

Otra estrategia es el diario del trabajo en equipo en el que, además de registrarse –con la precisión de un informe-fecha, tarea, miembros y funciones de los integrantes del equipo, se anota el proceso: las actividades realizadas y el resultado, así como la evaluación de las contribuciones de cada uno de los participantes realizadas por ellos mismos.

La reflexión grupal consiste en dedicar un momento, cada cierto tiempo al finalizar la sesión de trabajo, a que el grupo en su conjunto “piense en voz alta”, es decir, exprese cuáles fueron las condiciones que favorecieron o que interfirieron en el cumplimiento de la tarea o en la consecución de los objetivos de la clase, con el fin de que cada quien tome las medidas pertinentes para facilitar, en el futuro, el aprendizaje grupal.

** ESTRATEGIAS DEL MOMENTO (I) INTERDEPENDENCIA SOCIAL
POSITIVA

El momento de independencia social positiva, conocido como momento I, consiste en propiciar la oportunidad de compartir procesos y resultados del trabajo realizado entre los miembros de los diferentes equipos de la clase, o bien, de la clase en su conjunto de manera tal que unos aprendamos de otros, construyéndose verdaderas comunidades de aprendizaje en clase.

El consenso es un compromiso con la implementación de una decisión tomada por equipo que consideró y discutió los puntos y las ideas pertinentes alrededor de un problema en busca de una solución creativa.

Las sugerencias para el consenso son:
• Pedir opiniones y puntos de vista.
• Solicitar la discusión abierta.
• Examinar los puntos de vista de todos los integrantes.
• Rescatar las coincidencias.
• Resumir las principales posiciones.
• Pedir precisión y más argumento.
• Evitar el votar, hacer promedios o negociaciones especiales.
• Concluir la decisión ¿Cuál es, por qué?

En un grupo de alumnos una de las estrategias que deben emplear al inicio del curso es el cuchicheo entre dos, con el compañero más próximo físicamente que, por lo regular, también es el más cercano socialmente.

Numerosas estrategias de enseñanza del aprendizaje cooperativo propician de forma significativa la interdependencia social positiva; por ejemplo, la enseñanza recíproca, conocida en algunas fuentes como “tú y yo”. Esta estrategia consiste en que dos alumnos (una bina) seleccionados preferentemente al azar, se sientan juntos, con las sillas encontradas, de forma tal que el hombro derecho de uno de ellos coincida con el hombro derecho del otro (o bien, izquierdo con izquierdo). La disposición encontrada de los
miembros del dúo favorece el intercambio para, por ejemplo, procesar la información de un texto.

Se recomienda orientar a los alumnos a procesar la información de un contenido de la siguiente forma: previamente acuerden la distribución de la lectura orientada, quién inicia y hasta qué lugar del texto lee; también acuerdan que primero uno lee y el otro escucha, y que el que escucha después lee y enseña, y así sucesivamente hasta terminar el texto. Como complemento de lo anterior se puede pedir a los alumnos que subrayen o hagan anotaciones escritas mientras leen y escuchan, y solicitar estas al final.

Para el aprendizaje cooperativo la plenaria es una puesta en común en la que uno de los integrantes, en representación del equipo de dos, tres o cuatro integrantes, seleccionados al azar, pasa al frente y ante el grupo exponen procesos y resultados de sus trabajo en equipo. La tarea realizada por el equipo se pone a consideración de los restantes compañeros, que al concluir hacen preguntas, comentarios y, en suma, valoran el proceso y los resultados de
sus pares. Si el tiempo lo permite pueden exponer todos los equipos, o bien, algunos seleccionados al azar. El maestro y los alumnos deben establecer, por consenso, las normas de la plenaria antes del inicio de la actividad, y el primero, orientar, con la flexibilidad posible, los aspectos que los equipos deberán destacar y que se tendrán en cuenta al final, en la autoevaluación y en la valoración grupal.

La galería consiste en colocar en diversos sitios del salón los resultados del trabajo de los equipos e invitar a todo el grupo a que visite la muestra, para reflexionar sobre su contenido y la contribución de cada equipo.

La asesoría académica entre alumnos (AAA) consiste en que un alumno avanzado en una materia o tema asesora a otro que por distintas causas lo requiera. La asesoría académica entre alumnos es la acción intencional, sistemática por un período, de un escolar que asume la función de asesor, con otro que requiere ayuda en el estudio de un tópico en particular. La función básica que ha de cumplirse con esta estrategia es la ayuda de un compañero a otro en un asunto delimitado, preciso y acotado en el tiempo, mediante la cooperación “entre
iguales”.

Entre las ventajas del empleo de estas estrategias se tiene que ayudan a:
• Resolver algunos de los problemas de aprendizaje – enseñanza.
• Mejorar las relaciones interpersonales entre los alumnos de un grupo.
• Fomentar la participación activa entre los alumnos del grupo.
• Favorecer el intercambio entre iguales, de ideas actitudes y sentimientos.
• Estimular el desarrollo de actitudes y valores, como la responsabilidad y el
compromiso por el aprendizaje de uno y de los demás, así como la cooperación
entre pares.


** ESTRATEGIAS DEL MOMENTO (SSMT) SENTIDO, SIGNIFICADO,
METACOGNICIÓN Y TRANSFERENCIA.

Por último, está el momento SSMT, o de reflexión, como también se le conoce. Las dos primeras letras S se refieren a dos categorías básicas: las de sentido y significado. Muchos alumnos no aprenden, no porque carezcan de la capacidad para ello, sino porque no saben, por así decirlo, “captar” el sentido y el significado de lo que el maestro enseña. La letra M se refiere a la metacognición, es decir, a la capacidad de “pensar sobre el pensamiento” o, en otras palabras, tomar conciencia sobre lo que se esta aprendiendo, cómo se aprende, etc. La
letra T hace alusión a la capacidad de transferencia. Transferir es “mover” o ser capaz de aplicar lo aprendido en un medio hacia otro diferente. Todo lo anterior, el sentido y el significado, la metacognición y la transferencia, posibilita en el sujeto que aprende una autorregulación y un autogobierno. La autorregulación es la posibilidad de ejecutar un control por medio de los mecanismos internos del sujeto y no de disposiciones coercitivas externas.

A continuación las estrategias para el desarrollo del sentido y significado insisten en:

1. Precisar qué se ésta aprendiendo.- cuál es la finalidad que se persigue, con qué otros temas y experiencias puede relacionarse. Las respuestas a éstas y a otras preguntas similares hacen que el alumno logre comprender el objetivo de la clase, de la actividad, de la tarea...y las condiciones de realización. Todo lo anterior contribuye a que le atribuya sentido y significado.


2. Motivar e interesar en la realización de la actividad.- Para saber cuál es el sentido y significado de lo que se aprende no basta con tener claro el objetivo. Es imprescindible que, además, nos llame la atención de una u otra manera, que se le encuentre cierta utilidad para la justificación de determinadas necesidades e intereses. Esto se puede inducir en la forma de presentación del tema, en las
relaciones que se establecen con otras experiencias, etc.


3. Involucrarnos en la realización de la tarea.- En la medida en que el sujeto que aprende participa en la resolución de un problema, la búsqueda de respuestas, la
toma de decisiones, es decir, se involucra, en esa misma medida crece su
motivación, se interesa y con ella comprende mejor, entre otras cosas por que
práctica le encuentra el sentido y significado a lo que hace. La actividad de
aprendizaje no sólo sabe percibir como posible de realizarse con esfuerzo, sino
también con probabilidades de éxito.



Ejemplos de los estrategias para el desarrollo de la metacognición:

1. Parafrasear, solicitar a los alumnos que, inmediatamente después de dar la
orientación de un ejercicio, expresen con sus palabras qué se va a hacer, cómo, para qué,etc.
2. Recapitular lo hecho, solicitar a los alumnos que, ya sea por escrito, mental o
verbalmente, contesten a las preguntas: que hicimos, cómo lo hicimos, cómo me
sentí, si vuelvo a realizar la tarea qué cambiaría, qué no haría y qué debo hacer, en cambio.

3. Proyectar el pensamiento, solicitar a los alumnos al inicio de un tema que realicen predicciones, además que se planteen los pasos que van a seguir para realizarla.

4. Inventariar, hacer un inventario de qué se relaciona con el tema, de qué aprendí y después comparar los dos inventarios, reflexionar qué hacer para seguir conociendo y profundizando sobre el tema.


Los siguientes ejercicios representan estrategias para desarrollar la trasferencia:

• Carta mental.- Una carta es un instrumento que nos permite comunicarnos con una persona ausente. Recomendaciones:
1. Sentado cómodamente, cierra los ojos.
2. Redacta en tu mente una carta a un amigo o amiga. Recuerda incluir todos los elementos de una carta: fecha, destinatario, saludo inicial, texto, despedida,
posdata.
3. Expón el máximo de detalles posibles.

• PNI
Aquí se plantea lo positivo, negativo y lo interesante, es una estrategia fácil y
rápida de practicar que consiste en plantear el mayor número de ideas polares que uno pueda generar sobre un evento, acontecimiento, o algo que se piensa o se observa.

Plan de acción.- lo que se aprende, se aprende mejor cuando se aplica. Piensa y
reflexiona sobre cómo puedes implementar algo de lo aprendido en tu práctica personal o profesional diaria. ¿qué quiero aplicar?, ¿Por qué y para qué? ¿Cómo lo voy aplicar?, ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Dónde?










Tomado de:







Manual de Estrategias didácticas para el desarrollo de una lección.







Elaborado por Mtra. Maria Luisa Madueño.